lunes, 12 de enero de 2015

Restaurante Dokidoki

Mi visita en Madrid por motivos profesionales fue una buena disculpa para conocer otro de los restaurantes japoneses que pueblan la capital del reino. 

En este caso, el restaurante Dokidoki (que es el sonido del latido del corazón) es un restaurante de reciente apertura y tuvimos la oportunidad de conocerlo de primera mano. Este fue el resultado:



La tapa consistía en un pincho de cerdo teriyaki con piña. Una sabrosa forma de empezar la comida.


Primera muestra de Sushi: Nigiris de lubina y ajo negro. Nigiris de salmón y shiitake. Sushi espectacular aunque nos resultaba familiar ya que habíamos probado variantes similares en el Miyama. De todas formas insisto: espectacular.


El segundo asalto fueron: Sushi de vieria, langostino y de toro. Tres buenas muestras de Sushi creativo por los cocineros. Fueron muy bien recibidos por los comensales.


Los terceros fueron un poco menos apreciados, también porque los ingredientes son menos sorprendentes: los sushis de Kanpio (calabaza) y Nabo japonés. Algo más sosos y menos espectaculares pero estaban bien. 

Ojo a estos pequeñines:


Estas piezas son muy especiales: son Gunkan de Erizo de mar. Hay que decir que todos los que hayan probado erizo de mar (o los oricios de Asturias) saben que su sabor es terriblemente potente con lo que es un plato no apto para todos los paladares. Quienes sí lo conozcan y les guste, disfrutarán con estas piezas. En mi caso así lo hice, pero lo mejor es tomar una por cabeza y no más.

Y, aunque el Sushi era bueno, lo que más nos sorprendió fueron los platos calientes del menú:


Pollo teriyaki con arroz: ración generosa con una preciosa presentación del plato. Aparte estaba perfectamente cocinado y delicioso al paladar.


Un plato fuera de carta espectacular: el Tataki de pato. Absolutamente magnífico y con poca sensación de plato grasiento, cosa de agradecer porque el pato suele dejar una sensación bastante untuosa.

Y, sin duda, el mejor de los tres:


El bacalao negro con tempura: estoy familiarizado con este tipo de pescados de aguas polares (de hecho, y se verá en el especial de Argentina que algún día haré, uno de los platos más deliciosos fue la merluza negra de Ushuaia) y los considero piezas exquisitas, pero esta preparación es sublime y maravillosa. Es uno de los motivos por los que tengo ganas de volver a este restaurante.

Aún así, todavía nos quedaba hueco y nos lanzamos a por otra ración de sushi.


Los nigiri de ventresca de atún con esferas de trufa, otro bocado estupendo del cual disfrutamos enormemente.


Gunkan de huevas. Otro de esos que no dejan indiferente como el de erizo. Tampoco es apto para todos los paladares. No estaba mal pero preferí el de erizo.

En cuanto a los postres:



La pannacotta con sésamo negro era una mezcla de sabores conocida y a la vez original por el sésamo. Por el otro lado la mousse de té verde tampoco defraudó en absoluto.

En definitiva: una experiencia muy agradable y auguro un buen futuro si siguen manteniendo este nivel de calidad, pero lo que me pareció que marcaba la diferencia más que su sushi (que era estupendo) fueron sus magníficos platos de carta, en especial el bacalao. 

En cuanto al Servicio: atento y agradable, quizás un poco lento ya que había bastante gente el día que fuimos. 

Ficha:
Restaurante Dokidoki
C/ Villalar 4
28001 Madrid
Tlf: 917 79 36 49

Lo mejor: Los platos de carta.
Lo menos bueno: Apertura reciente con lo que tienen que pulir algunas cosas, aunque tienen mucho potencial.
Precio: 30-40€


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